Existe en Palma, un antiguo fortín militar, al lado del mar, convertido en parque desde 1991. Este espacio rodeado de una muralla y un foso, es un espacio ajardinado. Un espacio en el olvido del Ayuntamiento de la ciudad. Cuarenta y tres mil novecientos noventa y cinco metros cuadrados infra utilizados, en dónde se podrían hacer múltiples actividades.
En esta construcción rectangular se respira el Mediterraneo entre pinos y restos de una historia militar de tiempos lejanos.
Paseo por sus muros y la única compañía son los gatos que viven entre los arbustos. Los motores de los aviones interrumpen la calma. Sigo las huellas del pasado e imagino ese espacio repleto de armamento apuntando al cielo y al mar. Doy las gracias porque todo aquello que tanto daño causó ya no esté y solo pido que jamás regrese.
Si, este espacio es muy bonito, creo que ahí fue la primera vez que vi un Mirlo.
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Es una pena que no esté mejor cuidado y se organicen eventos. Es un lugar ideal para leer frente al mar.
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