Las historias se esconden más allá del teclado del ordenador. Llega la pena y el dolor a través de un mensaje en el móvil.
A la mente llegan recuerdos de los veranos, de cuando era niña. De cuando iba a tu casa a buscarte. De las cenas con tortilla, vino y queimada en la bodega de Pajares de los Oteros. Crecimos juntas y él nos observaba. Aquella navidad en Benidorm cuando nosotras salíamos por los pubs por la noche, y por el día tomábamos el sol en la playa. Recuerdo otro fin de año en tu casa brindando con champán. Por algún rincón guardo las fotos. Me los encontraba por el paseo, por la plaza, por cualquier calle. Los dos siempre juntos. Y nosotras a lo nuestro. Las dos nos fuimos lejos de casa. Cuando yo regresaba, nos encontrábamos y ellos me ponían al día de cómo te iba, de tus logros, de tus viajes.
Hace años del último abrazo que nos dimos y hoy estoy demasiado lejos para acompañarte en esta despedida que te parte por dentro a ti y también a la mujer mas fuerte que conocí. Pero la vida es así, una suma de sueños y pesadillas; de alegrías y tristezas; de recuerdos y vivencias; de todas esas cosas que te desgarran y te recomponen. Y las fuerzas para seguir adelante van saliendo de dentro, para ver amanecer los días, o contemplar la puesta de sol en el horizonte. Y valoras el instante. Y esa personita que está a tu lado te dará toda la fuerza para perseguir tus sueños y los de ella.
Hoy no puedo mas que secar mis lágrimas y recordarle con todo mi cariño. Otra vida arrancada. A la muerte no me acostumbraré jamas. El dolor se acumula con cada persona que se va.
que bella es la palabra aunque triste
Me gustaLe gusta a 1 persona